Llegue al aeropuerto de Bangkok, con solo como indicación, un papelito en la mano donde tenia explicado como llegar al hotel donde Moises nos esperaba (a Inma que llegaría después y a mi) El recorrido iba a ser también una forma de hacer turismo, tenia que coger un skytren hacer varios trasbordos, coger el metro y finalmente un barco que me llevaría después de 3 minutos de caminar al hotel. Todo tenia que cuadrar perfectamente porque ni Moises ni Inma tenian teléfono, asi que después de varios correos electrónicos a tres bandas, pensamos que aquel hotel y lugar era correcto. Lo que no sabíamos es que llegábamos el día anterior al ano nuevo budista!
El choque al llegar al aeropuerto fue brutal. No había ni vacas, ni perros, ni suciedad, ni calor, ni saris…había mujeres con minifaldas y tacón totalmente maquilladas con Iphones en la mano, televisiones dentro del metro y fuera en el anden que te bombardeaban con mensajes de compra sin parar, aire acondicionado en todos lugares, me sentía como un pedazo de carne muerta colgada en una nevera de restaurante. En ese momento mi visión sobre la posibilidad de un mundo mas habitable se vino abajo. Queda tanto por hacer...
Después de viajar durante 1h y media e intentar asimilar el gran cambio que estaba “sufriendo” llegue al hotel y me encontré con Moises, eran las 9h en punto de la mañana. Después de contarnos las batallitas que habíamos vivido el último mes en India nos fuimos a comer, esperando encontrarnos a Inma sobre las 14h en el hotel. Decidimos dar una vuelta y !!!sorpresa!!!!!Me aparece Inma de un bar saltando hacia mi –Ruuuuuuutttttt!!!!- y yo –Innnnmaaaaa!!!que fuerte!!!nos hemos encontrado!!!!!- abrazos, besos, me fijo en su camiseta: "La beata 2010" que añoranza!
Por fin después de tantos mails, estábamos los tres. Pero digamos que el entorno no era de lo mas apropiado. Los tailandeses celebran el ano nuevo a través de un juego de guerra de agua. Todo el mundo lleva pistolas de agua, cubos de plástico e incluso mangueras con un deposito de agua en la espalda, y se trata de disparar agua a quien te de la gana. Las calles están repletas de puestos para comprar tus pistolas, o otras “armas” y para repostar agua. Asi que imaginaros como acabamos, totalmente pasados por agua, y aunque no quieras, pillas seguro. Las primeras dos horas es divertido pero si no estas para ese juego es durillo. A la vez, es interesante como turistas y tailandeses juegan juntos sin ningun problema.
Al dia siguiente quisimos salir de todo aquel bullicio de gente ya que estábamos en una de las calles mas turísticas de Bangkok, cogimos “Rickshaw” mucho mas tuneado que en la india y nos fuimos para chinatown. Durante el camino de ida vuelta nos llevamos tres diferentes cubazos de agua que nos dejaron, otra vez, totalmente mojados.
Abandonamos la ciudad, con dolor de garganta, al dia siguiente y con destino a Kopayan. Solo deseábamos llegar a una isla paradisiaca de arena blanca y vegetación, con poca gente y descansar del viaje, y asi fue. El trayecto hasta conseguirlo fue duro, toda una noche sin dormir con varias paradas y cambios de autocares, taxi, barco….en una de las paradas que tuvimos que hacer, donde nos dejo el primer autocar a las 2 de la mañana en medio de una carretera conocimos a una pareja de franceses con dos niños y un colega suyo de Laos. Gracias a ellos ahora estamos viviendo en sunset bungalows, un lugar lleno de encanto, rodeados de una densa vegetación, con la playa enfente a unos 10 metros, y a penas nadie alrededor. Hamacas por todas partes de estas que se cuelgan de árbol a árbol, tumbonas tipo colchon en el suelo con mesitas de madera bajas. Aquí mismo puedes comer, tomarte zumos de frutas, batidos, leer, escribir, pasear por la larga playa que tenemos enfrente, hacer snorkel, kayak, hacer nada...Hemos alquilado una moto que vamos los tres para poder ir descubriendo la isla. Nos tendriais que ver...la mayoria de carreteras no estan asfaltadas, asi que es como estar en un parque de atracciones en el de la "rana sdaltarina"
Esta mañana, Inma, Aurora (francesa) Jin (japonés) y yo, nos hemos levantado a las 5 de la manana para ver el amanecer al otro lado de la isla. Nos hemos encontrado con un monje busdista que nos ha bendecido para todo el ano. De momento la primera hora despues de la bendicion la hemos disfrutado con un buen desayuno delante del mar...pero los siguientes 20 minutos me he llevado una quemada en la pierna con el tubo de escape de una moto aparcada que tiene muy mala pinta. Una de cal y una de arena, no? asi es la vida!a cuidarse otra vez!si es que no se ya que hacer para que no me olvide de que me tengo que dar carnino constante!a la que me concentro en otros, pum!algo me pasa que me recuerda, ei!!!solo tu, tu y tu. Asi que, a respetarse!un besito!
